Levantar una ronda de inversión: cuándo y con qué importe
Levantar una ronda de inversión es una de las tareas más complejas a las que se enfrentan los emprendedores que buscan hacer crecer su empresa en cualquiera de sus fases.
El objetivo de este proceso para un emprendedor es obtener fondos procedentes de diferentes inversores con los que poder desarrollar y hacer crecer su startup, y es un proceso que exige y consume mucho tiempo de los fundadores.
¿Cuándo se necesita una ronda? ¿En qué momento un emprendedor levantar una ronda de inversión? ¿Cuánto debería pedir?
Alberto Corcóstegui, experto en inversión en startups, nos da las claves para poder responder a todas estas preguntas en esta conversación:
¿Cuándo tiene sentido plantearse una ronda de inversión?
Sabemos que la mejor financiación son las ventas, pero eso no sucede siempre y no siempre las ventas pueden financiar el crecimiento de una empresa, teniendo esto claro, tendrás que salir fuera a buscar la financiación y una de las principales vía es mediante una ronda de inversión.
Por tanto, lo primero, antes de saber cuándo, cómo y cuánto debes levantar en una ronda es tener claro si necesitas o no esa ronda. Y para ello, es clave el razonamiento de Corcóstegui:
“Si tú del punto A al B vas a tardar 6 años, bueno, pues con una ronda con recursos e inyección de capital tiene sentido cuando de 6 pasas a 3 o 2 años”.
Haciendo un ejercicio de paráfrasis, podemos decir que una ronda tiene sentido cuando estás listo para crecer y necesitas capital para acelerar ese crecimiento.
Centrémonos en esos dos puntos:
1. Una ronda sirve para acelerar el crecimiento
Lo primero que hay que tener claro es que el foco de un emprendedor no debe ser levantar rondas de inversión salvo que sea estrictamente necesario, y siempre mejor que sea para hacer crecer la empresa que por pura supervivencia.
Una de las ideas clave de Alberto es que la ronda tiene sentido cuando necesitas acelerar tu crecimiento. No cuando te estás quedando sin caja y entras en modo pánico.
Eso no significa que no tenga sentido hacerlo cuando te quedas sin cash runway pero, probablemente, por lo que duran los procesos de una ronda, si vas con poco runway, ya llegas tarde. Y si logras cerrar la ronda, es muy probable que lo hagas cediendo más de lo deseado.
Recuerda que levantar inversión no va de financiar tu supervivencia, sino tu aceleración.
2. La ronda es para una startup que ya está preparada para crecer
Sobre todo en fases iniciales, el fundador muchas veces entra en “modo ronda” por inercia, e incluso presión del ecosistema, sin tener aún validadas hipótesis de mercado, ventas y tracción comercial.
Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es asegurarte realmente de que es la falta de capital lo que te falta para crecer, evitando buscar levantar capital demasiado pronto.
3. La ronda es sólo un medio, no un fin. ¡No te dejes llevar por el síndrome del emprendedor rondero!
Este punto no lo comenta Alberto, pero si muchos emprendedores.
Llegar a levantar una ronda con éxito tiene un toque ‘sexy’. Sales en revistas y en prensa, te pones en el mapa, y es un relato que gusta a todo el ecosistema emprendedor, porque entre otras cosas, pone números a algo bastante intangible en las startups.
Y no nos engañemos, cerrar una ronda con éxito es un hito importante donde tendrás que saber encajar multitud de noes, antes de poder convencer a inversores y de llegar a las portadas y a los titulares.
Pero no pocas veces este enorme trabajo, y la notoriedad de cerrar el hito hace perder de vista al emprendedor que levantar capital sólo es un medio para un fin mayor; hacer crecer la startup.
En esa línea se expresaba François Derbaix de Indexa en Araba Venture:
“Para mí, la mejor manera de crecer es ser eficientes en el consumo del capital para no depender de la entrada de nuevos inversores. Evitad el camino ‘rondero’. Plantearos cada ronda de financiación como si fuera la última que vais a necesitar para alcanzar la rentabilidad. Después, eventualmente, si queréis podéis abrir otra, pero que sea como opción y no por obligación”.
Del mismo modo, Pablo Rodríguez de HACK A BOSS, me explicaba hace algunos años el riesgo del síndrome del emprendedor rondero. En esa conversación, comentábamos la importancia para un emprendedor de intentar “no ser un rondero” y aprovechar el esfuerzo de la ronda con importes elevados.
A su juicio, el emprendedor debe estar focalizado en crear un buen producto o servicio, y no tanto en cerrar rondas. Conviene escucharle:
¿Cuándo es el momento idóneo para ir a por una ronda de financiación?
Una vez tienes claro que tomas la opción de levantar una ronda de inversión, pones tu cabeza en modo ronda.
Debes tener en cuenta que ponerte en este modo supone que pierdas foco en el negocio para dedicarte a esta tarea, haciendo que por el camino, el desarrollo de tu startup pueda resentirse.
El momento ideal para levantar una ronda suele darse cuando:
- Tu modelo de negocio está validado, al menos parcialmente.
- Tienes un producto o servicio en el mercado (o cerca de estarlo).
- Estás en condiciones de escalar: sabes cómo adquirir clientes y retenerlos.
- Hay un claro retorno esperado sobre la inversión en tiempo y dinero (ej.: si inviertes 500.000 €, puedes multiplicar tus ingresos y acortar plazos de desarrollo o expansión).
- Tienes runway actual suficiente.
Respecto a qué se busca en cada ronda, cabe destacar que hay tres momentos clave:
“Cada ronda tiene su momento en función de la fase en la que esté la startup”.
Antes de hablar de dinero, hay que tener claro el terreno de juego. Una startup es una empresa emergente, sí, pero no es una figura mágica o distinta al resto de las compañías. Como cualquier negocio, atraviesa etapas muy marcadas:
- Validación: ¿Tu producto o servicio resuelve un problema real? ¿Hay mercado dispuesto a pagar? Aquí puede haber o no tracción y métricas.
- Crecimiento: Has superado el famoso “valle de la muerte” y comienzas a escalar.
- Transformación: Dejas de ser una startup y te conviertes en empresa. Es el momento donde se producen los primeros exits y donde la participación de los fundadores empieza a diluirse.
A) Fase de validación con tracción
Tiene sentido entrar en una ronda inicial con FFF y Business Angel si en la fase de validación ya cuentas con señales claras de product-market fit, y un modelo comercial que empieza a funcionar.
En esta fase la ronda tiene que servirte para acelerar lo que ya está ocurriendo.
“Una ronda tiene sentido cuando te ayuda a acortar los tiempos. Si vas a tardar 6 años en pasar del punto A al B, con una ronda puedes hacerlo en 2 o 3”.
B) Fase de crecimiento
Si ya estás operando, facturando y validando los principales indicadores del negocio (como CAC, LTV, retención…), entonces estás en condiciones de escalar y de ir a por rondas con VC.
En esta ronda, levantar capital no solo es lógico, es estratégico. El dinero entra a multiplicar lo que ya funciona.
“Cuando el lifetime value es mayor que el coste de adquisición, y tienes clara la máquina de crecimiento, ahí sí tiene sentido meter 500.000 €”.
C) Fases intermedias
Sin embargo, son muchas las startups que están entre estas dos fases, donde necesitan más que una ronda friends & family y BA, pero aún no están lo suficientemente maduras, o no tiene los ratios exigidos por el capital riesgo.
Esto es algo que dificulta la entrada de los VC en la ronda, que podrían acceder a invertir, pero a una valoración más baja, a cambio de más Equity, lo que puede lastrarte en rondas venideras.
En ese limbo es donde es importante fasear la ronda, con vistas a hacerla en dos momentos cercanos, y/o complementarla con financiación pública para evitar diluirte.
¿Qué importe debes pedir al levantar una ronda de inversión?
¿De qué depende la cantidad a pedir en una ronda?
La cantidad final a levantar dependerá de:
1. La etapa en la que estés
Como comentábamos, cada ronda tiene su momento en función de la fase de la startup. Y en cada fase se manejan las siguientes cantidades:
- Friends & Family: ~100.000 €.
- Business Angels: ~100.000 – 300.000 €.
- Fondos Venture Capital: desde ~500.000 € en adelante.
- Si estás en tierra de nadie (ej. necesitas 200.000 € pero no tienes aún métricas para un VC), busca fórmulas mixtas: coinversión con ENISA, aceleradoras, crowdfunding, etc.
2. Runway objetivo
Corcóstegui considera clave asegurar un runway post-ronda que te evite tener que ir a nuevas rondas pronto. A su juicio, uno de los errores más comunes al emprender es levantar rondas de inversión demasiado seguidas.
El proceso consume tiempo, energía y foco… y aleja al equipo fundador de su principal misión: hacer crecer el negocio.
Para él, lo ideal es levantar capital para asegurar al menos 12 meses de margen operativo tras cerrar la ronda, y preferiblemente más, de tal modo que te permita centrarte en el negocio y no estar cada seis meses levantando otra ronda, entrando en el famoso loop del emprendedor rondero.
3. El destino de la inversión definido en tu plan financiero
Como decía Villaseca, el objetivo de la inversión es un punto decisivo para el inversor, y no hay término medio. O le convences que su dinero se destinará eficientemente a X partidas, y que esa inversión acelerará el crecimiento de la empresa, o no invertirá.
Por lo tanto, pide lo necesario, pero con lógica y coherencia. Y esta lógica se enseña en números.
Tus proyecciones deben servir para demostrar que puedes generar un retorno atractivo para el inversor con la valoración que pides. No al revés.
4. Tu posición negociadora en función de la valoración de tu startup
Este capital no será gratis. Lo vas a pagar con lo más preciado de tu empresa: el Equity.
En función de la valoración de tu startup, podrás fijar el equity que estés dispuesto a ceder por el capital que marque tu plan financiero.
Recuerda también que tu capacidad de ejecución influye también en la valoración de tu startup y el capital que podrás pedir.
Y pese a todo, lo habitual es que necesites una valoración que no puedas justificar aún por tu fase, tu sector o por la oferta/demanda del mercado inversor. En ese caso tienes varias opciones:
- Mantener la cantidad que levantas a costa de perder más equity (más dilución).
- Bajar la cantidad que levantas (aceptas menos dinero, menos dilución).
- Crear más valor antes de salir a ronda (para justificar la valoración deseada).
Es muy importante valorar este tercer punto. Como dice Corcóstegui “Cuanto más valor crees antes de levantar la siguiente parte, mejor será tu posición negociadora”. Fasear una ronda de inversión te puede permitir crecer, mejorar ratios y valoración, y a cambio ceder menos Equity.
Por citar un ejemplo, si necesitas 1M€, en lugar de ir a por el millón, puedes intentar levantar primero 400k€, avanzar, crear más valor y levantar otros 600k€ con una mejor valoración y menor dilución, situándote en una posición mejor para los 600.000€ restantes.
¿Por qué deberías plantearte complementar una ronda de inversión con Financiación Pública?
Son varias las entidades de financiación pública para startups en España a las que un emprendedor puede acudir.
- ENISA (préstamos participativos, hasta 1,5M€ sin garantías ni avales).
- CDTI (via subvenciones Neotec, con hasta 325k € a fondo perdido, o a través de iniciativas como INNVIERTE, o con préstamos blandos a la I+D+i, como PID o LIC).
- Subvenciones autonómicas para innovación, digitalización o internacionalización como IVACE o IGAPE.
- Ayudas Europeas (como EIC Accelerator o programas Horizonte Europa).
Ventajas de complementar una ronda con financiación pública
Es verdad que los plazos, requisitos y burocracia no son rápidos, y es algo que no pocos emprendedores infravaloren las ventajas de acudir a la financiación pública.
Sin embargo, para un emprendedor esta fuente de financiación no dilutiva ofrece importantes ventajas al levantar una ronda:
- Aumentar los fondos y tu cash runway sin afectar al equity de la compañía. Te ayuda a contar con más margen para ejecutar sin volver a levantar capital en pocos meses.
- Es una financiación complementaria a la ronda y entre sí (puedes lograr un Neotec y un Enisa el mismo año).
- Ayuda a atraer capital de inversores. Obtener el apoyo financiero de entidades como ENISA o CDTI suponen una reducción de riesgos financieros y un sello validador de cara a atraer a otros inversores.
Lo que comenta Alberto Corcóstegui es clave:
“Si complementas tu ronda con un préstamo ENISA, puedes doblar la cantidad de gasolina que tiene tu empresa. Pues ese extra de runway que tienes y ese extra de valoración de empresa que consigues antes de la siguiente ronda”.
Es interesante conocer como Enisa y CDTI pueden ayudarte a complementar esa ronda:
Claves finales sobre cómo y cuándo levantar una ronda
En resumen, levantar una ronda es una actividad necesaria a lo largo de la vida de una startup, pero hay que saber cuándo y cómo hacerlo. Debe ser una decisión planificada para acelerar un negocio que ya demuestra tracción y potencial, no un recurso desesperado para arreglar un modelo que aún no funciona, o una empresa que está al borde de quedarse sin caja.
Antes de plantearte acudir a una ronda de inversión, deberías hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Estoy en el momento adecuado o estoy adelantándome?
- ¿Realmente necesito inversión… o necesito foco?
- ¿Podría conseguir validación sin acudir a capital externo?
- ¿Estoy quemando oportunidades futuras por diluirme demasiado pronto?
En definitiva, levantar una ronda inversión tiene que servir para conseguir la gasolina del motor… no para repararlo.
Si tienes claro esto, y tienes que convencer al inversor de que tu modelo es una oportunidad de inversión, el primer paso será mandarle tu Investor Deck. Te invito a conocer las claves para elaborarlo con Investor Deck, surf your way to investor.