El buen emprendedor y el buen inversor: ingredientes clave en startups
En cualquier receta ganadora que se precie hay ingredientes base que son imprescindibles y que deben tener protagonismo en el plato para que el resultado sea un éxito.
Pues bien, el buen emprendedor y el buen inversor son dos de esos ingredientes clave para que una startup triunfe.
- No hace falta explicar que ningún proyecto puede salir adelante sin contar con un buen emprendedor, capaz de liderarlo y sostenerlo en la incertidumbre…
- Será muy difícil el éxito de la receta si no se logra sumar al buen inversor a su proyecto. ni tampoco sin capacidad de identificar y atraer al buen inversor…
La interacción de estos dos perfiles determina, en gran medida, si una startup puede crecer de forma sostenible y superar los inevitables retos del camino.
¿Cómo ser un buen emprendedor para tu startup?
Trabajar en ser un buen emprendedor no solo incrementa las probabilidades de éxito de la startup; también otorga al emprendedor independencia, capacidad de crear impacto y para poder emprender en más proyectos.
Para ser un buen emprendedor hay que cultivar una serie de cualidades específicas. Lo vemos a continuación de la mano de varios invitados de la maratón de expertos en startups.
Seis características clave para ser un buen emprendedor
Néstor Salvador explicaba en la maratón las seis características fundamentales para ser un buen emprendedor basadas en su propia experiencia, profundizadas en su libro “Pon tu negocio en forma”:
Las complementamos con algunos matices y consejos que Alfredo Romeo y Luis Mateos Keim ofrecen en la propia maratón.
1. El buen emprendedor es colaborador y constructor de una red de apoyo
Cuando uno comienza a construir algo de cero, eres vulnerable en muchos frentes, ya que debes abordar un problema desde mil perspectivas en las que no eres aún experto.
Un buen emprendedor es aquel que teniendo esto en cuenta, es capaz de crear y mantener redes de apoyo y colaboración con personas que también ayudan y colaboran sin llevar la cuenta de favores, sobre todo cuando comienza.
“Competir es muy fácil, porque si no lo sabes hacer el mercado te lo va a enseñar o te destruye, pero colaborar requiere de un poco de esfuerzo”.
2. El buen emprendedor es productor de información de primera mano
Para Néstor, saber buscar y contrastar información es una habilidad fundamental del buen emprendedor. El emprendedor debe validar sus ideas con datos de primera mano y preguntar a los usuarios, evitando tomar decisiones basadas solo en intuiciones.
“Cuesta mucho dinero no preguntar”
3. El buen emprendedor cumple con lo comprometido
Cumplir lo prometido tiene un significado muy profundo a la hora de emprender. Néstor considera que el compromiso es muy importante para ser un buen emprendedor.
- Por un lado, está ligado a la responsabilidad. Y la responsabilidad no va de culpar, sino de la habilidad para resolver un reto.
- Por el otro, tiene que ver con el Poder. Cumplir con un compromiso significa convertir las promesas en hechos.
4. El buen emprendedor cuenta con autoestima, resiliencia y flexibilidad
Para emprender hay que tener la suficiente autoestima, y confianza para avanzar en la incertidumbre y sortear dificultades. Esa confianza se gana aceptando retos, superando temores y con una gran dosis de flexibilidad. La inflexibilidad denota falta de confianza.
Como dice Néstor:
“Si vamos a emprender con una gran cuota de inflexibilidad, los buenos se marchan. Nos vamos a quedar con los peores de cada barrio, como a veces dicen, con los baratos, porque los buenos con alguien inflexible, que no tiene capacidad de aprender, no se quedan”.
En esa línea, y complementando a la autoestima, hay que mencionar el concepto de la resiliencia al emprender. Emprender significa para Alfredo Romeo “sufrir”, porque se avanza por un territorio inexplorado.
Un emprendedor resiliente es capaz de combinar fortaleza mental y capacidad de sacrificio… traducido al argot empresarial, puede resistir la incertidumbre de clientes, proveedores, flujo de caja y cambios de mercado.
Trabajar la resiliencia es clave ya que te prepara para vivir con menos, mantener la calma ante la adversidad y continuar aprendiendo aun cuando el entorno es cambiante. Esta capacidad de adaptarse y mantenerse en pie, incluso frente a golpes inesperados, es vital para sostener el proyecto en el tiempo.
5. El buen emprendedor es gestor de problemas
Hay dos clases de problemas según Néstor:
- Problemas convergentes. Problemas técnicos que responden a leyes.
- Problemas divergentes. Problemas que no responden a leyes, hay puntos de vista, opiniones, estrategias…
El problema no es un objeto inanimado… pertenece a quien lo sufre. Un buen emprendedor acepta esto y hace suyo el problema a la hora de resolverlo.
Un buen emprendedor lo asume, distingue si es técnico o estratégico y avanza hacia la solución.
6. El buen emprendedor cuenta con factor K, cuenta con capacidad de anticiparse
Para Néstor la anticipación es una de las virtudes más claras de un buen emprendedor. La anticipación es una habilidad estratégica que:
- Permite construir futuro: “Anticiparse implica pensar en qué futuro querés”.
- Posibilita planificar y prever escenarios explorando y rastreando caminos alternativos al actual.
- Ayuda a aprender sobre la marcha. Construyes planes, generas alternativas en cada momento.
En ese sentido, es muy interesante el concepto de Factor K que me compartió Luis Mateos Keim, y del riesgo de que los planes alternativos por anticiparse se desvíen de la visión del emprendedor:
¿Quién es un buen inversor para tu proyecto? ¿Qué buscar para dar con un buen inversor?
Vincularse con un buen inversor aporta mucho más que recursos económicos. Su experiencia permite evitar errores costosos, su red de contactos abre puertas estratégicas y su implicación acelera el crecimiento, facilita la toma de decisiones críticas y ofrece apoyo en momentos de incertidumbre.
Por eso, elegir al socio financiero adecuado es tan importante como desarrollar el producto. Un buen inversor aporta capital, pero también experiencia y acompañamiento.
Para identificar al buen inversor, es muy útil escuchar lo que Gonzalo Tradacete nos comentaba en la maratón:
En resumen, tendrás que fijarte en detalles clave:
- Capacidad: conocimiento del sector, experiencia en valoraciones y dominio de los instrumentos financieros.
- Dedicación: implicación real, disponibilidad para apoyar en momentos críticos y asesoramiento continuo.
- Ética y transparencia: cumple su palabra, evita cláusulas abusivas y pone los problemas sobre la mesa sin ocultar información.
- Largo plazo: ayuda a detectar riesgos ocultos y construye una relación de confianza a largo plazo.
Recuerda que como dice Gonzalo, “Un buen inversor es el que formula las preguntas difíciles”.
Cómo ser un buen emprendedor y cómo encontrar al buen inversor para tu startup
A modo de conclusión, está claro ser un buen emprendedor implica trabajar de forma varias habilidades clave: redes de apoyo, búsqueda de información, compromiso, autoconfianza, gestión de problemas, anticipación y resiliencia.
Del mismo modo, encontrar a un buen inversor, supone por tu parte, evaluar su capacidad, dedicación y ética. Y al igual que ellos te pueden hacer una due diligence, tú también puedes hacer tus propias investigaciones y análisis al inversor para cerciorarte de que es el inversor ideal.
Ten en cuenta que si en la receta de tu startup ambos perfiles se encuentran, la startup no solo aumenta sus probabilidades de crecimiento, sino que también establece una base sólida para el éxito sostenido.
Este artículo condensa varias temáticas clave de La Maratón de Expertos en startups.
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