¿Cuáles son los principales beneficios fiscales del certificado startup?
Desde que Enisa empezó a aplicar la Ley de Empresas Emergentes, ya hay más de 1.330 startups que se han aprovechado de algunos beneficios fiscales del certificado startup.
¿Era necesaria esta ley? ¿Qué ha supuesto la ley de startups para el ecosistema? ¿Cuáles son los principales beneficios fiscales del certificado startup para las pymes y startups innovadoras?
Lo analizamos en este artículo.
La necesidad y acierto de la ley de empresas emergentes
Creo que tras un tiempo desde su puesta en marcha, la mayoría del ecosistema estará de acuerdo; era una ley necesaria, o por lo menos, conveniente.
Entre otras cosas, porque el efecto fundamental que ha tenido es que la ley pone encima de la mesa la especificidad de lo que son las empresas emergentes, las startups.
Se les da carta de naturaleza a un tipo de sociedades y de proyectos empresariales que tienen una particularidad y todos somos más o menos conscientes de esas circunstancias, del carácter innovador que tienen, del proceso de crecimiento, de escalabilidad, que son elementos que se valoran a la hora de identificar a ese tipo de empresas como tales.
Se regula la identidad propia de las startups
La necesidad o la utilidad tangible está en que por primera vez se pone en una ley, una norma donde tiene valor legal el hecho de que haya determinado tipo de empresas con unas características específicas, siendo a su vez un primer paso para luego ir mejorando otros aspectos.
Y, entre otras cosas, el reconocimiento de esa singularidad supone para el ecosistema que haya normas específicas que ofrezcan ciertos incentivos a nivel fiscal o a nivel legal para esas entidades.
¿Quiénes se pueden beneficiar fiscalmente de obtener el certificado startup?
Cabe destacar que para beneficiarse de los incentivos fiscales, es necesario que la empresa obtenga una certificación de Enisa, que valida que cumple con los requisitos de antigüedad, actividad, plantilla (al menos el 60% en España), entre otros criterios.
Entendido esto, y si lo vemos desde un punto de vista global, yo creo que hay distintos jugadores aquí que se ven afectados y tienen ciertos beneficios de lograr la certificación de empresa emergente.
- Por un lado, están los cofundadores o las propias startups que lo pueden meter en un saco.
- Por otro, están los trabajadores que trabajan en estas empresas.
- Y en paralelo a ellos, tenemos a los inversores de startups.
Principales beneficios fiscales del certificado startup
Pensando específicamente en medidas o beneficios específicos para los benefactores de la ley, son, fundamentalmente, de tipo fiscal.
¿Cuáles son los principales beneficios fiscales del certificado startup? Yago Muñoz de emeleuve nos ofrece varios puntos fundamentales.
Os amplío aquí cada uno de estos beneficios fiscales:
1. Exención de equilibrio patrimonial durante los primeros tres años
Las startups no estarán obligadas a mantener un equilibrio patrimonial durante los tres primeros años desde su constitución, lo que les permite afrontar pérdidas sin enfrentar problemas legales de disolución o concurso.
2. Reducción del Impuesto de Sociedades y aplazamiento de la deuda tributaria
Durante los primeros cuatro años con beneficios (el primer año más tres años consecutivos), las startups pueden beneficiarse de una reducción en el tipo impositivo del impuesto de sociedades, pasando del 25% al 15%.
También tienen la posibilidad de aplazar pagos durante los dos primeros años sin garantías de intereses.
Es decir, si la startup tiene la posibilidad de generar beneficios durante esos años, tendrá la posibilidad de reducir la tributación en impuestos, cosa que no siempre ocurre, porque, por definición, muchas startups no tienen beneficios… lo que supone una medida con un impacto un poco relativo.
3. Incremento en la deducción por inversión en nuevas empresas
Ya había un incentivo fiscal al invertir en empresas de nueva creación… en concreto una deducción en el IRPF por la inversión por parte de personas físicas en estas empresas de nueva creación.
Lo que hace la ley de startups es que se amplíen los porcentajes y la base de esta deducción, que pasa de ser de 60.000 a 100.000 euros, y el tipo, con el porcentaje de la deducción pasando del 30 al 50%.
Eso significa que, si una persona física invierte en tu startup, pues tiene la posibilidad de deducirse en su IRPF un 50% de hasta esos 100.000 euros que haya aportado a la compañía, de la sociedad o en un aumento de capital posterior.
Beneficios fiscales en la inversión de su propia startup para fundadores y sus familiares
En la ley, también hay una modificación puntual que hace que esta deducción pueda ser aplicable también a los propios founders y familiares de la sociedad.
Esto la convierte en un elemento muy interesante para poder aplicarse la deducción por parte de los propios founders en el IRPF, algo muy útil en esas primeras rondas FFF, que también pueden beneficiarse de esta deducción, incluso si tienen una participación mayor al 50%.
Al final, eso supone un acicate bastante potente para atraer a inversores privados, business angels sobre todo, para invertir en tu startup.
Incentivos fiscales a la inversión en startups para fondos
Además, hay otra modificación muy genérica, que pasa un poco más desapercibida, y que tiene que ver con la tributación del cambio de interés (Carried Interest), que es la retribución extraordinaria que tienen los gestores de fondos de capital riesgo en España.
Antes de la ley de empresas emergentes, era un régimen que no era especialmente ventajoso. Lo que hace la ley es establecer que ese porcentaje de interés que se llevan los gestores de fondos de capital por las inversiones exitosas que tienen, pase a tributar en su IRPF considerando únicamente el 50% de esa renta, con lo cual tributan a un tipo similar a las rentas de capital mobiliario.
Eso implica que los gestores de fondos de capital riesgo tengan en su tributación personal un incentivo bastante interesante y competitivo respecto a otras jurisdicciones.
Si el gestor de un fondo sabe que tributa por el carried interest, por esa retribución extraordinaria, un tipo del veintitantos por ciento en lugar de un cuarenta y tantos por ciento o más, pues es un incentivo bastante jugoso, ¿no?
¿Y qué ocurre con los beneficios fiscales del certificado startup para aquellos inversores que no invierten como personas físicas y no son fondos?
Sin embargo, las deducciones fiscales que hemos mencionado sólo recaen sobre las personas físicas y los VC y Private Equity (a través de la comisión de la Carried Interest)… ahora bien, ¿qué pasa con el resto de los inversores?
En el caso de los Business Angel y pequeños inversores, si deciden dedicarse más en serio a invertir, suelen usar una empresa patrimonial para canalizar sus inversiones a través de la SL.
En ese momento, pierden los beneficios fiscales del certificado startup para invertir en estas empresas emergentes. En este caso, el inversor deberá estudiar, sobre todo a nivel fiscal, la conveniencia de cómo estructurar sus inversores.
Otros que no tienen más incentivos a invertir en startup con la ley actual son las plataformas de inversión y los clubes privados de inversión.
Una de las cosas que se echa en falta en la ley y que, probablemente, se mejore en futuras revisiones, es mejorar la tributación de entidades que sirvan para aglutinar pequeñas inversiones en compañías que tengan este perfil de startup.
Una idea podría ser poder extrapolar ese tipo de beneficios o incentivos al impuesto de sociedades de las sociedades que inviertan en startup.
4. Mejoras en Stock Options
Las startups tienen mayores dificultades para poder atraer el talento por la dificultad para establecer retribuciones que sean potentes. Es ahí donde las stock options o los planes de Phantom Shares cobran relevancia.
Pues bien, uno de los beneficios fiscales del certificado startup está en sustanciales incentivos en las stock options.
Los principales cambios con esta ley son, por un lado el importe de la exención (de 12.000 euros a 50.000 euros anuales), y por el otro, el momento de la imputación de la tributación por esas acciones.
Antes de la ley de startups, existía una exención de 12.000 euros por la entrega de participaciones gratuitas o por debajo del valor de mercado.
Lo que ocurría cuando esas opciones sobre acciones se ejercitaban es que se tenía que tributar por el valor de esas acciones en tu IRPF en el momento de recibirlas.
Eso implicaba que, pese a no recibir una contraprestación económica dineraria, tenías que tributar por ellas en tu IRPF.
Con la nueva ley, lo que se hace es:
- Aumentar el importe de esa exención anual de 12.000 a 50.000 euros.
- Establecer que la imputación de la tributación pase a ser de un periodo que puede ser mucho más largo, hasta 10 años, o cuando se produzca un evento de liquidez o exit como una venta de la compañía, una venta de las acciones, o la salida a bolsa de la empresa.
Y aunque aparentemente el tema de los incentivos en las stock options (u otros como las facilidades de visados y autorizaciones de residencia) parecen beneficiar a los trabajadores, también es muy interesante para las empresas, haciéndolas más atractivas a la hora de poder atraer y retener talento.
5. Exención de la cuota de autónomos
Luego también hay incentivos fiscales para aquellos emprendedores que quieran dar el salto y pasan a una situación de proactividad por cuenta propia mientras están trabajando por cuenta ajena.
En esos casos, la ley exime a estos emprendedores del 100% de la cuota de autónomos mientras compatibilice su situación como trabajador por cuenta ajena y propia.
Los beneficios fiscales del certificado startup compensan
En general, tras varios años desde que se haya comenzado a aplicar de manera efectiva (se comenzaron a certificar startups en julio de 2023), la ley y el certificado startup han supuesto un cambio importante.
Para una empresa, sólo el hecho de poder aprovecharse de los beneficios fiscales del certificado startup ya compensa con creces los trámites a realizar para la certificación como empresa emergente.
Para beneficiarte de todas las ventajas que aporta la ley de empresas emergentes, tienes que solicitar el certificado de empresa emergente ante Enisa.
Para valorar tus opciones de conseguirlo, te proponemos una reunión personalizada. Compila el siguiente formulario, y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible:
