¿Cómo valorar una Startup?

Primero es necesario aclarar una cosa para no llevarnos a engaños, no voy a dar la fórmula mágica de cómo valorar una startup. Lo que sí voy a proporcionar es un método objetivo que justifique lo que puedes pedir. Luego entramos en este punto, de momento quiero transmitir el primer y más importante principio básico que hay que tener presente para saber cómo valorar una startup.

¿Qué crees que influye en cómo se valora una startup? El estado de madurez, si estás facturando, el valor de la tecnología, los resultados futuros, el ROI, el WACC… No voy a negar que en mayor o menor medida todo esto puede influir positivamente o negativamente sobre la valoración de una startup, pero no es la esencia.

Las 4 leyes para valorar una Startup

La Ley de la Pasta.

Tenlo claro, lo único que tiene verdadero valor es ¡¡¡la pasta!!! Y por tanto, el valor de tu startup está únicamente relacionado con la capacidad futura de generar dinero.Es muy sencillo, cuando un inversor vaya a invertir en una startup pensará en muchas cosas, pero finalmente todos esos factores se traducirán a: si yo meto 100k quiero sacar 1000k en 5 años.

Imagen ley de la pasta para cómo valorar una startup

Simple y llanamente, yo pongo 100 y quiero 1.000, 400 u 800 cada inversor tendrá sus expectativas. No busca palabros ni fórmulas matemáticas, busca que su dinero retorne con creces. Entonces, si lo que persigues es que te inviertan 100k en tu startup por un 10% de participación, o bien convences al inversor de que dentro de 5 años vas a vender la empresa por 10 millones para que reciba su millón, o difícilmente nacerá el amor en esa relación.

Ésta es la base de cómo valorar una startup. Entendido esto, el resto será más fácil de digerir.

La Ley de Oferta y Demanda.

Este es otro punto importante a tener en cuenta. Ya veremos más adelante que es posible realizar una valoración basada en un método objetivo, el Descuento de Flujo de Caja que en mi opinión es el único válido aunque ha sido prostituido por muchos en el sector del emprendimiento dado que es muy complicado concretar los flujos de caja de una startup. Pero, a poco que se entiendan las matemáticas, se sabe que esa mayor incertidumbre significa que hay más riesgo y que eso precisamente es lo que hace el Descuento de Flujo de Caja; ponderar los flujos futuros en base al riesgo percibido.

La incertidumbre de los flujos proyectados para Repsol es menor que la de tu startup, claro, por eso el accionista Repsol no espera multiplicar su dinero por 10 en 5 años. En realidad, el Descuento de Flujos de Caja es lo que ya hemos visto (si yo pongo 100k quiero recibir 1 millón), pero aplicando un método más sofisticado.

Volviendo a la oferta y demanda, por muy objetivos que seamos en nuestro método de valoración y por muy magníficas que sean las proyecciones que hagamos en Excel, al final lo que impera en cómo valorar una startup es la ley de oferta y demanda.

O en otras palabras, donde coincida lo que el emprendedor está dispuesto a ceder con lo que el inversor está dispuesto a meter.  Ahí, en esa intersección, está el valor real de una empresa.

El problema reside en que el gráfico de oferta y demanda en el caso de una startup normalmente se parece más a esto:

Imagen expectativas para cómo valorar una startup

Las dos líneas no coinciden en ningún punto, por lo que o alguno de los dos cambia radicalmente de expectativas o todos sabemos lo que va a pasar.  Sí, la startup valdrá cero porque no se realizará ninguna operación. Entonces, primer punto para el emprendedor: bajar sus expectativas. Eso o pedir una segunda hipoteca para prescindir del inversor.

Pues bueno, entre que nos aseguramos que nuestras expectativas son realistas, desplazando nuestra curva hacia la izquierda y nos apalancamos en un buen plan de negocio y discurso para aumentar la confianza del inversor en nuestro proyecto, desplazando su curva hacia la derecha, conseguimos sentar un escenario de posible acuerdo.

La Ley de Maduración.

Una vez superado el dilema de la ley de oferta y demanda tenemos un posible cierre y, por tanto, un posible precio. Este precio ahora depende de la ley de maduración. Cuanto más maduro está el proyecto, menor el riesgo y por tanto el inversor pedirá menos retorno, lo que se traduce en una valoración mayor. Es decir, cómo valorar una startup puede ser mayor a medida que el proyecto esté más o menos consolidado.  Simplificando, depende de en cuál de estas cuatro fases se encuentra:

  1. IDEA: sólo está sobre papel.
  2. PROTOTIPO: tenemos algo ya funcional.
  3. VENTAS: alguien está dispuesto a pagar por esto
  4. DESARROLLO: modelo de negocio comprobado y rodado.  Ahora necesito gasolina para crecer.

La Ley de la Confianza.

Olvídate de métodos y olvídate de obtener un valor objetivo e irrefutable, es cuestión de confianza en tu promesa, de lograr que tanto emprendedor como inversor confíen en la ejecución del plan de negocio. Si existe confianza en la ejecución del plan de negocio presentado, el método de Descuento de Flujos de Caja es la solución para establecer una valoración razonable. Me refiero a que con la base de unas proyecciones financieras, profesionales, realistas y que el inversor se pueda creer, debes establecer un valor objetivo razonable (VOR) a defender frente a potenciales inversores.

El discurso ante un inversor lo resumiría  de la siguiente forma:

  1. Tengo un plan de negocio creíble.
  2. Tengo un equipo capaz de cumplirlo.
  3. El resultado son estas proyecciones financieras.
  4. Generaremos estos flujos de caja para el inversor (¡¡¡La Pasta!!!)
  5. Aplico el método del Descuento de Flujo de Caja
  6. Obtengo la VOR.

Si crees en mi plan de negocio, confías en mí y en mi equipo, crees que las proyecciones financieras son alcanzables (dado que el método de DFC es reconocido universalmente como el mejor método para valorar una empresa o proyecto de inversión), blanco y en botella, tenemos la base para un negociación profesional. Vamos a centrarnos en debatir el plan de negocio y las proyecciones financieras que nos creamos, pero no discutamos las matemáticas.

Llegados a este punto, si aún te estás preguntando lo que significa WACC, NPV, VAN, TIR, IRR,ROI, ROCE, PRE-MONEY, POST-MONEY es que no has entendido nada sobre el proceso de cómo valorar una startup. Sólo importan el flujo de dinero real y la respuesta al dilema ¿Cuánto voy a conseguir por cada euro que meto? y tú debes centrar todos tus esfuerzos en convencer al inversor que tu propuesta es creíble.

Bueno, no insisto más y vamos a entrar en la parte del Descuento de Flujos de Caja.

Es muy sencillo, después de haber trabajado bien el plan de negocio, haber decidido cuales son los criterios que sustentan tu negocio y haber construido unas proyecciones financieras creíbles como explico en mi eBook Proyecciones Financieras Para Conseguir Financiación, llegamos a una fila llamada EQUITY CASH FLOW o Flujo de Caja del Accionista.  Esta fila de tu Excel resuelve la duda principal de nuestro inversor: ¿Si meto 100, saco 1000? Y normalmente sale algo parecido a este gráfico:

Imagen equity cash flow para cómo valorar una startup

Negativo al principio porque corresponde a lo que pone el inversor, flujos muy pequeños o nulos después y al final un gran valor que refleja el valor residual o el Exit. El valor residual o Exit es el valor que tendrá esta startup dentro de 5 años o lo que creemos que se le podría sacar en una posible salida, esta expectativa probablemente sea lo que más influya en cómo valorar una startup. Todo lo demás influye directamente o indirectamente sobre esta expectativa.

La parte negativa el inversor se la cree, más que nada porque es el ahora y el importe que invertirá si decide acudir a la ronda de financiación. La parte del medio podría ser hasta 0, porque los primeros años de una startup no suele generar muchos flujos positivos y por tanto influye muy poco sobre la valoración.  El quid de la cuestión está en el valor residual o el Exit.

Aquí vuelve a interferir la incertidumbre y el escepticismo. ¿Cómo basas todo el proceso de cómo valorar tu startup en una posible salida dentro de 5 años? Pues porque es la razón por la que se invierte en una startup. El inversor, consciente o no, no invierte porque tienes un producto estupendo, tampoco porque cree en el equipo emprendedor top. Invierte porque todo eso le hace creer que dentro de 4 o 5 años va a obtener unas plusvalías.

Es posible que me repita, pero merece la pena, la clave está en tener un plan de negocio creíble. Si creo en el plan de negocio, me tengo que creer la foto de empresa que se describe en el plan de negocio en el año 5. Sólo queda convencer que esa salida es realista comparándolo con operaciones similares del presente.

En definitiva, todo se resume simplificando mucho  a que el inversor crea el siguiente razonamiento o similar: “Si meto 250k y la empresa dentro de 5 años vale 7,5 millones, con tener un 33% sacaré 2,5 millones y cumplo mi objetivo de multiplicar por 10 mi dinero.”

Ésta es la filosofía, ahora lo único que hacemos para sofisticarlo es, en vez de hacer esta regla sencilla, aplicar a cada uno de estos valores del Equity Cash Flow la fórmula del DFC para hallar que el valor de la startup   es 750k hoy y por 250k se debe obtener el 33%.

Lo explicaré en otro artículo más en detalle, en concreto cómo aplicar el método del Descuento de Flujos de Caja para el proceso de cómo valorar una startup, pero conocer las matemáticas sin entender lo explicado aquí carece de utilidad. Aparte, explicaré cómo este método además tiene la respuesta a ¿Qué pasa si me diluyo? Esta pregunta es muy habitual y está perfectamente respondida si usamos este método de valoración en unas proyecciones financieras bien planteadas.

Conclusión Cómo se Valora una Startup

Por tanto, llegados a este punto podemos resumir que:

  1. La esencia de la valoración está en la capacidad de generar pasta para el inversor.
  2. Si nuestras expectativas están fuera de mercado, nuestra startup vale cero.
  3. A mayor maduración, menor riesgo y mayor valoración.
  4. Usamos el Descuento de Flujos de Caja para alcanzar una Valoración Objetivo Razonable.

Pero sobretodo, el proceso de cómo valorar una startup no se limita a la aplicación de unas fórmulas matemáticas, sino de un plan de negocio creíble traducido a unas proyecciones financieras y flujos de caja de forma profesional.

Es interesante también ver qué opinan los inversores sobre la valoración de startups, aquí tienes la opinión de algunos de ellos.

Además, como hemos hablado, en el proceso de cómo valorar una startup influye la ley de la oferta y demanda. Sólo por ese motivo te interesa saber qué buscan los inversores. Puedes acceder a 22 claves sobre esto rellenando este formulario para recibir un eBook conciso sobre este tema:

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